Una aldea para los niños

El 7 de enero de 2002 llegaron los primeros niños a la aldea “Niños de los Andes” construída 6 meses antes.

Niños huérfanos, niños abandonados o confiados a una vieja abuela, niños de la selva que viven demasiado lejos de un pueblo con colegio, niños que provienen de familias en situación de extrema pobreza, niños que viven con una mama sin recursos, cada niño tiene su propia historia, cada niño llega con sus sufrimientos.

Ha encontrado, en la Aldea, una nueva casa, con una buena cama, una alimentación equilibrada, cuidados cuando se pone enfermo, su uniforme y sus materiales escolares. También recibe algo que es fundamental para su desarrollo : mucho amor.

Hay ahora 40 niños que viven en la Aldea. 40 sonrisas y 80 brazos para abrazar a las personas que se ocupan de ellos y que se quejan 100 veces al día por las 1000 tonterías que hacen, como todos los niños.

La organización de la aldea

Cinco casas acogen, cada una de ellas, 8 niños y un tutor. Este último debe organizar el día a día de los niños, siendo responsable : de levantarlos, del desayuno y del colegio, por la mañana. Por la tarde, las tareas escolares, las diferentes tareas relacionadas con la vida en comunidad : lavar la ropa, recolectar el cacao que es vendido en la cooperativa, entre otros ejemplos.

Una psicóloga peruana sigue la evolución de todos los niños de la Aldea, una cocinera prepara las comidas, con la ayuda de todos, Becker, un antiguo ahijado de la Asociación, se ocupa del campo, donde hace creer el cacao, las naranjas, los limones, los plátanos, así como otras frutas locales : zapote, anona, aguje, pan del árbol...Y por último una responsable del centro asegura el buen funcionamiento general de la Aldea.